mercredi 19 septembre 2012

Españoles, perdonad pero no olvidéis

Basta con recordar el título de esta entrada en el día de la muerte de Santiago Carrillo, el comunista criminal , el carnicero de Paracuellos del Jarama.


Como católico, en vez de brindar con champagne como hizo él, degenerado asesino, el día de la muerte del Caudillo, debo pedir a Dios que se apiade de su alma.

Pero no puedo dejar de estar convencido en el fondo de mi alma de que se pudrirá eternamente en el infierno.

Miles de mártires católicos le perdonaron antes de morir, como corresponde a discípulos de Nuestro Señor Jesucristo, que pidió al Padre el perdón para sus asesinos clavado en la cruz.

Yo soy un pobre pecador, y me cuesta demasiado perdonar tanta sangre de muchos compatriotas, algunos de mi propia familia.

Sin duda, como repiten machaconamente los periódicos y televisiones, es un personaje histórico. Como lo fueron Nerón, Calígula...

1 commentaire:

Soldado de la Inmaculada a dit…

Yo también me siento como tú. Ayer, intenté pedir a Dios para que tuviera misericordia de este personaje, pero me cuesta mucho, y, sin querer deseárselo, pienso que se ha condenado.
Lo que más me hace gracia (aunque es de esperar) es que aquellos izquierdistas que acusan de los crímenes de Francisco Franco, y del bando nacional, ahora justifiquen la matanza de Paracuellos, de la que Carrillo fue responsable, muy responsable. Es inaudito que se ensalcen estos viles crímenes, donde fueron muertos muchos sacerdotes, religiosos y religiosas, mujeres, hombres, niños... simplemente porque no eran soportados por el bando rojo. Para esto no hay memoria histórica.
No quiero pedir la condenación de Carrillo, pero no creo que pueda pagar sus deudas.