Asociación Memoria 1212 Navas de Tolosa |
Y fue, además, una auténtica cruzada y como tal, una empresa colectiva que unió a naciones y reinos, por encima de sus divisiones y luchas feudales. A principios de 1210, el papa Inocencio III ordenó al arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada que presionara al Rey de Castilla para que reanudase la lucha contra el Islam, de la misma forma que se proponía hacerlo Pedro II, rey de Aragón.
En esta batalla, se enfrentaron las tropas de Castilla, de Aragón y de Navarra, al potente ejército musulmán, compuesto por tropas almohades, beréberes e hispano-musulmanas de al-Andalus, además de un cuerpo de arqueros kurdos, enviados por el califato de Bagdad al monarca almohade.
Para entonces, la situación en la Península Ibérica era la siguiente: el Norte, hasta la línea del Tajo, se dividía en cuatro reinos cristianos: León, Castilla, Navarra y Aragón. El Sur y Levante formaban parte del extenso Imperio Almohade, que no sólo comprendía el Andalus, sino también Marruecos, Mauritania, Túnez y Argel. La actual Castilla-La Mancha era en buena parte una extensa frontera, prácticamente despoblada y jalonada por una serie de castillos defensivos, a la sazón en poder de los musulmanes.
Los preparativos de la batalla duraron años. El Papa Inocencio III predicó la Cruzada contra el Islam (lo que suponía el perdón de los pecados para todos los que entraran en combate) y ordenó a los reyes cristianos que aplazaran sus discordias personales en favor del objetivo común. En la primavera de 1212, se concentró en Toledo un gran ejército hecho con tropas castellanas, aragonesas y de diversas partes de Europa, a las que se uniría posteriormente un grupo de caballeros navarros. El 16 de julio, dos formidables ejércitos se encontraron frente a frente en la amplia explanada de Las Navas de Tolosa, junto al desfiladero de Despeñaperros. A la fortaleza de la caballería pesada de los cristianos, los musulmanes oponían la movilidad de sus tropas ligeras y la habilidad de sus arqueros.
Un primer ataque, liderado por don Diego López de Haro, fue rechazado con facilidad por las huestes del rey musulmán Al-Nasir. Pero la carga de la retaguardia, mandada por los reyes de Castilla, Navarra y Aragón, llegaría hasta el cuartel general de las tropas enemigas, donde se produjo una terrible matanza, que continuaría tras la victoria definitiva, con la persecución de los soldados musulmanes que intentaban huir del lugar del combate.
3 commentaires:
Y para el 16 de julio (o para el 15, que es domingo), hablamos hace meses de la posibilidad de organizar algo, un Te Deum o algo así, en el campo de batalla.
Creo que el ayuntamiento de La Carolina iba a celebrar algo, pero por si se queda en algo oficial y correcto.
¿Quién se animaría?
Un Te Deum es una idea magnífica.
Confiar en instituciones oficiales es un riesgo muy grande, ya sabes, alianza de civilizaciones, respeto mutuo a todas las creencias "igualmente validas" y todas esas sandeces.
Como he puesto en el "facebook" me encantaría que los asistentes al acto del próximo sábado pusieran a disposición de todos las ponencias y conclusiones.
Evidentemente no confío demasiado en el enfoque de actos oficiales... pero en este caso particular, cosas que voy viendo no me parecen mal del todo. Buscando, buscando, veo que inauguran el domingo 15 de julio un monumento "al triunfo de la Cruz" en la batalla.
Que luego el monumento será como sea, o las autoridades le darán el enfoque que sea, pero sólo la denominación es para estar más que contentos.
http://www.fundacionnavasdetolosa.com/ (la acabo de encontrar buscando actos del ayuntamiento de La Carolina, que sé que también tiene cosas programadas)
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