El domingo 21 de octubre se celebran elecciones en el Reino de Galicia y en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, cuatro regiones españolas reducidas a dos «comunidades autónomas», Galicia y País Vasco, por la Constitución de 1978, causa ésta en gran medida de los males presentes e invocada, sin embargo, como solución de los mismos por parte de los sedicentes «patriotas» constitucionales.
Si el régimen imperante y sus mecanismos son de suyo ilegítimos (con arreglo a la lógica del sistema, si éste la respetase, la normativa y las circunstancias de sus procesos electorales los convierten en completamente antidemocráticos), cuánto más ilegítimos resultan en territorios donde, sea por el caciquismo y la corrupción descarados que los partidos democráticos practican en Galicia, sea por el terror aún reinante en las Provincias Vascongadas y por el trasterramiento de centenares de miles de vascos, la representatividad que pudieran tener sus resultados queda reducida a cero.
Galicia y Vasconia, como el resto de España, caminan hacia el abismo de la mano del constitucionalismo juancarlista, de sus estatutos de autonomía, de su servilismo europeísta y de su corrupción institucionalizada.
Viernes, 19 de octubre de 2012.
Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón
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