lundi 13 février 2012

Reforma laboral



Leo lo siguiente en la web del diario ABC, en un artículo titulado algo así como “la reforma laboral para dummies”:

¿Podrá el empresario bajar el salario de sus trabajadores en época de crisis?
Sí. El requisito es que la empresa acumule nueve meses consecutivos de caída de ingresos o ventas. En este caso podrá modificar las condiciones laborales de sus trabajadores (salarios, jornada, sistema de rendimientos, cambio de categoría profesional, etc.)

O sea que si la empresa, durante nueve meses consecutivos eso sí, no gana tanto como solía ganar, tiene derecho a bajarle el sueldo al trabajador, a hacerle trabajar más horas, etc.

No dice nada, claro está, de una medida idéntica en sentido contrario, que obligase a la empresa a subir los sueldos cuando obtiene pingües beneficios, no claro, que para eso están arriesgando su capital…

Pero ahora, por lo que se ve, el empresario no arriesga nada. Si gana dinero es para él, si pierde, las pérdidas se reparten entre todos. Muy bueno lo suyo señores del PP.

Pero es que hay más:

¿Qué ha cambiado entonces en los despidos procedentes?
La reforma amplía y clarifica las causas. Así, se entiende que concurren causas económicas cuando «de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa, como la existencia de pérdidas actuales o previstas, o la disminución persistente de su nivel de ingresos o ventas. En todo caso, se entenderá que la disminución es persistente si se produce durante tres trimestres consecutivos».

Dicho sea en román paladino, si de nuevo en nueve meses el dueño o dueños de la empresa no obtienen los beneficios acostumbrados, te vas a la calle sin rechistar, obrerillo, que ya no queremos fabricar muebles de cocina de madera, que no hay quién los venda, y ahora vamos a introducirnos en el negocio de las zapatillas deportivas de fibras naturales, para lo que no estás debidamente cualificado. Un cordial saludo a tu esposa y tus siete hijos, que a partir de mañana comerán piedras del río.

Y no estoy dramatizando o hablando de futuribles. En el colegio de mis hijos ya hay varios niños cuyas familias han comunicado que no pueden pagar, el colegio es concertado pero algo se paga, y algunos han abandonado directamente el colegio por dicho motivo.

Lo raro es que no hayamos amanecido en llamas como los atenienses.

Se ve claramente la “inspiración cristiana” del Partido Popular… pero no sé muy bien por dónde.

Un par de “perlas” de la Rerum Novarum:

Cierto es que para establecer la medida del salario con justicia hay que considerar muchas razones; pero, generalmente, tengan presente los ricos y los patronos que oprimir para su lucro a los necesitados y a los desvalidos y buscar su ganancia en la pobreza ajena no lo permiten ni las leyes divinas ni las humanas. Y defraudar a alguien en el salario debido es un gran crimen, que llama a voces las iras vengadoras del cielo. «He aquí que el salario de los obreros... que fue defraudado por vosotras, clama; y el clamor de ellos ha llegado a los oídos del Dios de los ejércitos».
Pase, pues, que obrero y patrono estén libremente de acuerdo sobre lo mismo, y concretamente sobre la cuantía del salario; queda, sin embargo, latente siempre algo de justicia natural superior y anterior a la libre voluntad de las partes contratantes, a saber: que el salario no debe ser en manera alguna insuficiente para alimentar a un obrero frugal y morigerado. Por tanto, si el obrero, obligado por la necesidad o acosado por el miedo de un mal mayor, acepta, aun no queriéndola, una condición más dura, porque la imponen el patrono o el empresario, esto es ciertamente soportar una violencia, contra la cual reclama la justicia.

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