El presidente de la
Conferencia de Rabinos Europeos, Pinchas Goldschmidt, reclama a España que se
disculpe ante el pueblo judío por su expulsión en 1492 en vez de tratar de
atraer a los israelíes con su oferta de nacionalidad para quien pueda demostrar
orígenes sefardíes. En un artículo de opinión difundido en el diario digital
Ynet, Goldschmidt pide también que se ofrezca la oportunidad a aquellos que
fueron forzados a la conversión a bucear en la historia y hallar sus raíces
judías.
Yo no soy más que un sencillo
católico. Es cierto que comparado con el católico medio de nuestros días puedo
parecer un teólogo, pero sin duda cualquier pobre campesino católico del siglo
XV se alarmaría de mi ignorancia.
Había pensado en explicarle al rabino que nuestra muy noble y santa Reina Isabel la Católica, con la auténtica sabiduría que brota del conocimiento de la Palabra de Dios, una vez emprendida la titánica obra de extender el Evangelio hasta los confines del Orbe, consideró que, disfrutando ya todas las naciones gentiles de la posibilidad de Salvación por Obra y Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el único nombre que nos ha sido dado a los hombres en el Cielo y en la Tierra bajo el cual podamos salvarnos, había llegado también la hora de que el pueblo escogido aceptase al único y verdadero Mesías.
¿Pero qué necesidad tengo de redactar
una respuesta al rabino Goldschmidt, el “orfebre”, si tengo la Palabra de Dios?
..Faltaban dos días para la Pascua y
los Ácimos, y buscaban los príncipes de los sacerdotes y los escribas cómo
apoderarse de Él con engaño y darle muerte, porque decían: No en la fiesta, no
sea que se alborote el pueblo… (Evangelio según San Mateo, 26)
…Tomando la palabra el procurador,
les dijo: ¿A quién de los dos queréis que os dé por libre? Ellos respondieron:
A Barrabás. Díjoles Pilato: Entonces, ¿qué queréis que haga con Jesús, el
llamado Mesías? Todos dijeron: ¡Crucifíquenle! Dijo el procurador: ¿Y qué mal
ha hecho? Ellos gritaron más diciendo: ¡Sea crucificado!
Viendo, pues, Pilato que nada
conseguía, sino que el tumulto crecía cada vez más, tomó agua y se lavó las
manos delante de la muchedumbre, diciendo: Yo soy inocente de esta sangre;
vosotros veáis.
Y todo el pueblo contestó diciendo: Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
Entonces les
soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó
para que le crucificaran… (Evangelio según San Mateo, 27)
Los judíos no son hijos de Abraham
ni de Dios, sino hijos del diablo
…Jesús decía a los judíos que habían
creído en Él: Si permanecéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos, y
conoceréis la verdad, y la verdad os librará. Respondiéronle ellos: Somos
linaje de Abraham, y de nadie hemos sido jamás siervos; ¿cómo dices tú: Seréis
libres? Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete
pecado es siervo del pecado. El siervo no permanece en la casa para siempre; el
hijo permanece para siempre. Si, pues, el Hijo os librare, seréis
verdaderamente libres. Sé que sois linaje de Abraham; pero buscáis matarme,
porque mi palabra no ha sido acogida por vosotros. Yo hablo lo que he visto en
el Padre; y vosotros también hacéis lo que habéis oído de vuestro padre.
Respondieron y dijéronle: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si sois
hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero ahora buscáis quitarme la
vida, a mí, un hombre que os ha hablado la verdad, que oyó de Dios; eso Abraham
no lo hizo. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.
Dijéronle ellos: Nosotros no somos
nacidos de fornicación, tenemos por padre a Dios. Díjoles Jesús: Si Dios fuera
vuestro padre, me amarías a mí; porque yo he salido y vengo de Dios, pues yo no
he venido de mí mismo, antes es Él quien me ha enviado. ¿Por qué no entendéis
mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra.
Vosotros tenéis por padre al diablo, y queréis hacer los deseos de
vuestro padre.
Él es homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad,
porque la verdad no estaba en él. Cuando habla la mentira, habla de lo suyo propio,
porque él es mentiroso y padre de la mentira. Pero a mí, porque os digo la
verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me argüirá de pecado? Si os digo
la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios oye las palabras de Dios;
por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios. Respondieron los judíos y
le dijeron: ¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano y tienes demonio?
Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre, y vosotros me
deshonráis a mí. Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzgue. En verdad,
en verdad os digo: Si alguno guardare mi palabra, no verá jamás la muerte.
Dijéronle los judíos: Ahora nos
convencemos de que estás endemoniado. Abraham murió, y también los profetas, y
tú dices: Quien guardare mi palabra no gustará la muerte nunca. ¿Acaso eres tú
mayor que nuestro padre Abraham, que murió? Y los profetas murieron. ¿Quién
pretendes ser? Respondió Jesús: Si Yo me
glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada; es mi Padre quien me glorifica, de
quien vosotros decís que es vuestro Dios. Y no lo conocéis, pero yo le conozco;
y si dijere que no le conozco, sería semejante a vosotros, embustero; mas yo le
conozco y guardo su palabra. Abraham, vuestro padre, se regocijó pensando
en ver mi día; lo vio y se alegró. Pero los judíos le dijeron: ¿No tienes aún
cincuenta años y has visto a Abraham? Respondió Jesús: En verdad, en verdad os
digo: Antes que Abraham naciese, era yo. Entonces tomaron piedras para
arrojárselas; pero Jesús se ocultó y salió del templo… (Evangelio según San Juan, 8)
La reprobación de los judíos no es
total
…Según esto, pregunto yo: Pero ¿es que Dios ha rechazado a su pueblo? No
cierto. Que yo soy israelita, del linaje de Abraham, de la tribu de Benjamín.
No ha rechazado Dios a su pueblo, a quien de antemano conoció. ¿O es que no
sabéis lo que en Elías dice la Escritura, cómo ante Dios acusa a Israel?
“Señor, han dado muerte a tus profetas, han
arrasado tus altares, he quedado yo solo, y aún atentan contra mi vida”
¿Pero qué le contesta el oráculo? “Me he
reservado siete mil varones que no han doblado la rodilla ante Baal” Pues
así también, en el presente tiempo ha quedado un resto, en virtud de una
elección graciosa. Pero si por gracia, ya no es por las obras, que entonces la
gracia ya no sería gracia.
¿Qué, pues? Que Israel no logró lo
que buscaba, pero los elegidos lo lograron.
Cuanto a los demás, se han
encallecido, según está escrito: “Dioles Dios un espíritu de aturdimiento, ojos
para no ver y oídos para no oír, hasta el día de hoy”. Y David dice: “Vuélvase
su mesa un lazo y una trampa, y un tropiezo, en su justa paga; oscurézcanse sus
ojos para que no vean, y doblega siempre su cerviz”.
La reprobación de Israel
Pero digo yo: ¿Han tropezado para que cayesen? No ciertamente. Pues
gracias a su transgresión obtuvieron la salvación los gentiles para excitarlos
a emulación. Y si su caída es la riqueza del mundo, y su menoscabo la riqueza
de los gentiles, ¡cuánto más lo será su plenitud!
Y a
vosotros, los gentiles, os digo que mientras sea apóstol de los gentiles haré
honor a mi ministerio, por ver si despierto la emulación de los de mi linaje y
salvo a algunos de ellos. Porque si su reprobación es reconciliación del mundo,
¿qué será su reintegración sino una resurrección de entre los muertos? Que si
las primicias son santas, también la masa; si la raíz es santa, también las
ramas. Y si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo acebuche,
fuiste injertado entre ellas y hecho partícipe de la raíz, es decir, de la
pinguosidad del olivo, no te engrías contra las ramas. Y si te engríes, ten en
cuenta que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. Pero dirás: Las ramas fueron desgajadas para que yo
fuera injertado. Bien, por su incredulidad fueron desgajadas, y tú por la fe
estás en pie. No te engrías, antes teme. Porque si Dios no perdonó a las ramas
naturales, tampoco a ti te perdonará.
Considera, pues, la bondad y la
severidad de Dios; la severidad para con los caídos, para contigo la bondad, si
permaneces en la bondad, que de otro modo también tú serás desgajado. Mas ellos,
de no perseverar en la incredulidad, serán injertados, que poderoso es Dios
para injertarlos de nuevo. Porque si tú fuiste cortado de un olivo silvestre y
contra naturaleza injertado en un olivo legítimo, ¡cuánto más éstos, los naturales, podrán ser injertados en el propio
olivo! Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no
presumáis de vosotros mismos:
Que el
endurecimiento vino a una parte de Israel hasta que entrase la plenitud de
las naciones; y entonces todo Israel será salvo, según está escrito:
“Vendrá de Sión el Libertador, para alejar de Jacob las impiedades. Y ésta será
mi alianza con ellos, cuando borre sus pecados”.
Por lo que toca al Evangelio, son
enemigos a causa de vosotros; mas, según la elección, son amados a causa de los
padres, pues los dones y la vocación de Dios son sin arrepentimiento. Pues así
como vosotros algún tiempo fuisteis desobedientes a Dios, pero ahora habéis
alcanzado misericordia por su desobediencia, así también ellos, que ahora se niegan a obedecer, para dar lugar a la
misericordia a vosotros concedida, alcanzarán a su vez misericordia. Pues
Dios nos encerró a todos en la desobediencia, para tener de todos misericordia.
¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Porque “¿quién conoció
el pensamiento del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién primero le dio,
para tener derecho a retribución?” Porque de Él y por Él y para Él son todas
las cosas. A Él la gloria por los siglos. Amén… (Epístola de San Pablo a los Romanos, 11)
Carta a la iglesia de Esmirna
…Al ángel de la Iglesia de Esmirna
escribe: Esto dice el primero y último, que estuvo muerto y ha vuelto a la
vida:
Conozco tu tribulación y pobreza,
aunque estás rico, y la blasfemia de los que dicen ser judíos y no lo son,
antes son la sinagoga de Satán.
Nada temas por lo que tienes que padecer.
Mira que el diablo os va a arrojar a algunos en la cárcel para que seáis
probados, y tendréis una tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte y te
daré la corona de la vida. El que tenga
oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá
daño de la segunda muerte…. (Apocalípsis de San Juan, 2)