lundi 21 novembre 2011

Mayoría absoluta

Bueno pues ya está ¿no? La “derecha de toda la vida” gobierna con mayoría absoluta y todo arreglado.
Pues nada, a esperar y confiar. Seamos positivos, miremos el futuro con confianza, bla, bla, bla.
No está de más, por si acaso, descargarse el programa electoral del PP antes de que lo quiten de su web, que igual no lo quitan oiga usted, pero nunca se sabe. No se preocupen que yo ya lo he hecho.En general es bastante ambiguo y poco preciso, por lo que será difícil presentar reclamaciones, pero tiene algún detalle que otro susceptible de una sencilla comprobación de cumplimiento.

De entrada me gustaría centrarme en lo fundamental:
  • “La maternidad debe estar protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores.”
Por supuesto que no habla de abolición estricta y absoluta de cualquier ley que permita, en la circunstancia que sea, el abominable crimen de matar a un ser humano en el vientre de su propia madre, que sería lo normal en una sociedad civilizada y que es ineludible para un católico, pero aún así conviene estar atentos a las medidas descritas en su programa, si es que finalmente llega a promoverse alguna.
Reforzar la protección del derecho a la vida” es una frase que me produce bastante repugnancia, por su tibieza y ambigüedad. El derecho a la vida, en especial el derecho a la vida del ser humano más vulnerable que existe, hay que defenderlo a ultranza, sin fisuras ni condiciones, no “reforzar su protección”. Atentos a los “movimientos pro-vida” ahora que gobiernan “los nuestros”.
Ardo en deseos de leer, letra pequeña incluida, los pormenores de esa “ley de protección de la maternidad” y el nuevo “modelo de regulación sobre el aborto”.
Finalmente les traigo otros fragmentos interesantes, aunque hay más, referentes al elemento fundamental de la sociedad, la familia:
  • “Prestaremos una especial protección a los no nacidos y a la infancia. Proporcionaremos también una atención específica a las mujeres durante su embarazo y en el cuidado de sus hijos menores.”
  • “Aprobaremos un plan integral de apoyo a las familias, dirigido fundamentalmente a promover las medidas que faciliten la compatibilización de la vida profesional y familiar.”
  • Elevaremos los mínimos familiares en el IRPF adaptándolos mejor a las circunstancias de los contribuyentes, especialmente en relación con las familias numerosas.”
Yo soy padre de una familia numerosa, y mi santa esposa se ve obligada a simultanear sus sagradas tareas como madre y esposa, que desempeña de un modo que cabría calificar de milagroso, con una actividad económica remunerada fuera del hogar, ya que aquí el Marqués de Montauran, aparte del título, que además es imaginario, no dispone de fortuna digna de mención.
Así que los apoyos a las familias en general y a las numerosas en particular, ya se los iré contando. Y no tolero excusas, que si tienen mayoría absoluta pueden hacer lo que les venga en gana, ¿no?

jeudi 17 novembre 2011

Un carlista a tres días de las elecciones

Si mis convicciones, que no son otras que las contenidas en el credo de la Iglesia Católica, son inmutables, pese a quien pese, desde que “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, hasta que “de nuevo venga con Gloria para juzgar a los vivos y a los muertos”, el que el próximo domingo se celebren elecciones generales en lo que queda de España no las modifica un ápice.

Y las circunstancias económicas terribles que sufrimos, no más terribles que la degradación moral sin límites que nos rodea, no sólo no me mueven a adaptar mis posiciones frente al mundo, sino más bien reafirman mis posturas.

No paro de recibir, aún con más vehemencia que en anteriores ocasiones, intentos de convencerme, hablemos en plata, para que vote y aconseje votar al Partido Popular.

No reproduciré aquí sus argumentos, de sobra conocidos.

El tradicionalismo, el carlismo, no ha sido ni será nunca un “partido”. Es y será una comunión, a imagen de la Comunión de los Santos, si me permite la bienintencionada falta de respeto.

Aquel juramento tradicional aragonés del “Nos, que valemos tanto como Vos, que no valéis más que Nos y que juntos podemos más que Vos” y el “Rex eris si recte facias; si non facias non eris” de San Isidoro de Sevilla, constituyen la legitimidad de nuestros príncipes. Porque nuestra comunión no es gregarismo ni obediencia ciega, es convencimiento profundo y personal.

En el órgano digital oficial de la Comunión Tradicionalista, en el que he tenido el inmenso placer de leer los impagables e inspirados discursos de Don José de Armas Díaz y de Don José Miguel Gambra Gutiérrez en la reciente cena de Cristo Rey, la Secretaría Política de SAR Don Sixto Enrique de Borbón ha publicado sus directrices frente a la farsa electoral de este fin de semana.

No cabe sino compartir de corazón con el Abanderado de la Tradición que no existe otra opción que la abstención, ninguna otra, y que como puede leerse también en el artículo sobre el abstencionismo militante de su órgano digital oficial, http://www.carlismo.es/ , jamás hemos apoyado ni apoyaremos a partido alguno que no defendiera los principios básicos de la multisecular doctrina social de la Iglesia.

Añadiría, si se me permite, la opción de acudir a misa, ya que es domingo, a poco frío que haga, y es noviembre, empleando la boina roja como prenda de abrigo para la cabeza y procurando emplear un itinerario que casualmente pase por la puerta del colegio electoral. Complementariamente no debe descartarse, ya que el domingo es 20 de noviembre, un brazalete negro en conmemoración de la muerte del Caudillo de España, bajo cuyas invictas y limpias banderas combatieron nuestros requetés en la Cruzada de Liberación Nacional de 1936.

Lo que no alcanzo a comprender es el apoyo a Josep Anglada i Rius y su “Plataforma per Catalunya”. Lo siento pero no puedo compartirlo. Y sinceramente prefiero ignorar cualquier explicación de las que me vienen a la mente, ya que me precio de haber estudiado a fondo la historia secular de nuestra Patria, y de conocer la más reciente, en algunos casos como testigo directo desde posiciones privilegiadas de observación.

Respecto a la Comunión Tradicionalista Carlista, frustrados sus esfuerzos por obtener al menos una coalición de mínimos que plantase cara a la dictadura del partido único —de hecho— formado por PP, PSOE, IU y nacionalistas, como bien dice el hijo de nuestro añorado Rey Javier, únicamente un humildísimo apunte: El gran esfuerzo que no puede demorarse más es acabar con el escándalo de dos “comuniones”.

Termino por todo ello expresando mi completa comunión con las palabras de Don José Miguel Gambra Gutiérrez, hijo del gran Don Rafael Gambra Ciudad, “…en este mundo sobre el cual parecen cernirse todos los conflictos a la vez, internos y externos, políticos, sociales, económicos y religiosos, no cabe esperar nada de ideologías fabricadas para resolver tal o cual clase de enfrentamiento. ¿No será eso signo de que se acerca la hora del renacimiento de nuestro ideario, compendio de la sabiduría occidental que se ha enfrentado a toda clase de experiencias y dificultades y no sólo a una clase específica de problemas?”

Ayer, hoy y siempre, Dios, Patria, Fueros, Rey.

mardi 8 novembre 2011

Mariconadas las mínimas

Ha muerto Joe Frazier, el primero que logró que hacer besar la lona a Cassius Clay, que se hacía llamar Muhammad Ali. Dios lo tenga en su gloria, y a mí me viene al pelo para contarles una pequeña anécdota.

Hace unos días estaba merendando con mi mujer y mis hijos en un bar cuando, a un par de mesas de la que ocupábamos, se sentó el deportista español con más títulos del mundo después de Ángel Nieto. ¿Rafa Nadal? No señora ¿Fernando Alonso? ¡Anda ya! Pues no caigo. No me extraña, se trataba de Javier Castillejo ¿Cómo dice? Javier Castillejo, el “lince de Parla”. ¿No les suena? No, claro que no.

Y sin embargo se trata del campeón de España welter de 1990 y 1991, el campeón Mundo Hispano WBC superwelter de 1992 y 1993, el campeón de Europa (EBU) superwelter de 1994, 1995 y 1996, el campeón Mundo Hispano WBC de 1996, el campeón de España superwelter de 1997, el campeón de Europa (EBU) superwelter de 1998, el campeón del mundo WBC superwelter de 1999, 2000 y 2001, el campeón EBU-UE mediano de 2002, el campeón del mundo interino WBC superwelter de 2002 y 2003 y el campeón del mundo WBA mediano de 2006 y 2007. Casi nada, como suele decirse.

Pero claro, en esta sociedad “amariconada” a pasos agigantados, dónde está mal visto arrearle un buen mamporro, por ejemplo, a un maleducado que ofende a una dama ¡qué machista por Dios! en una sociedad como ésta, el boxeo y la tauromaquia, a la que casualmente es muy aficionado Don Javier Castillejo, son de lo más inadecuado. Como él mismo dijo en una ocasión, los que opinan que el boxeo o las corridas de toros son espectáculos violentos, no deben de haber acudido nunca al campo en un Real Madrid – Fútbol Club Barcelona. Y que conste que a mí me gusta el balompié.

Y además tenemos, tienen más bien, el descaro de concederle el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes a Fernando Alonso, cuyos muy respetables dos campeonatos del mundo de fórmula 1 en 2005 y 2006 (que sólo tenía uno cuando le dieron el premio), un subcampeonato en 2010 y un tercer puesto en 2007, no pueden compararse al palmarés que ya he citado del boxeador español más laureado de todos los tiempos, que ganó 62 de sus 71 combates, 43 de ellos por K.O.

Pero claro, ni se casó con una folclórica, ni ha consumido nunca sustancias prohibidas, ni ha cometido jamás delito alguno. Así cómo quiere que se le reconozca en España, por mucho que se haya proclamado ocho veces campeón del mundo en dos categorías distintas, seis veces campeón de Europa y tres de España, y como he dicho, sólo el motociclista Ángel Nieto le supere en títulos internacionales.

Su último combate, el 4 de abril de 2009, no lo retransmitió ninguna cadena de televisión. Finalmente se le concedió la Real Orden del Mérito Deportivo en la categoría de Medalla de Oro, en un acto en el que se concedían además una Gran Cruz, dos Placas de Oro, 29 Medallas de Oro como la de Javier Castillejo, dos Placas de Plata y 47 Medallas de Plata, 18 Placas de Bronce y 89 Medallas de Bronce. El acto fue presidido por el actual jefe del estado que ¡vaya por Dios! por problemas protocolo no pudo estrecharle la mano al “lince de Parla”.

Nosotros sí nos acercamos a saludarle y a pedirle un autógrafo, y nos atendió con una cortesía y amabilidad de las que ya no se ven por el mundo. Y al marcharnos le dedicamos un ¡adiós Lince! que fue nuestra humilde compensación por todos los honores merecidos y negados. ¡Qué gran verdad es que el mérito de las honras no está en tenerlas si no en aspirar a merecerlas!

lundi 7 novembre 2011

¿Debate?

No es que me importe un pimiento el que esta noche la televisión emita un programa en el que piden el voto los candidatos a presidente del gobierno de los dos partidos que se reparten de modo alternativo poltronas y prebendas al estilo de Cánovas y Sagasta. Y que nadie interprete que me gustaría que el debate fuera a tres o a cuatro, porque eso no cambiaría mi percepción en lo más mínimo.

De hecho, si le concediese la más mínima relevancia, habría escrito estas reflexiones ayer, a fin de aclararme las ideas antes del magno acontecimiento, o bien mañana, al estilo de los sesudos analistas que sacan conclusiones absurdas a toro pasado.

Debate, lo que se dice debate, como siempre no habrá ninguno. Cada cual representará su papel y declamará su monólogo lo mejor que pueda, sin que le importe o le haga variar un ápice sus intervenciones lo que diga el otro. “Usted pregunte lo que quiera que yo contestaré lo que me de la gana”, es la máxima de toda entrevista o debate “político” en nuestros días.

Sólo me gustaría compartir un par de reflexiones tontas, de esas que nos hacemos los tipos raros como usted y como yo.

Cuando una persona mínimamente inteligente, como es el caso de la mayoría de la población española al tratar sus asuntos personales, que son los que de verdad importan, si tiene un problema, trata de descubrir cómo se ha producido, qué decisiones erróneas han podido provocarlo, para acto seguido, por un lado tratar de solucionar el problema o reducir al mínimo posible sus efectos negativos, y lo que es más importante, anular las decisiones erróneas identificadas y hacer firme propósito de no caer de nuevo en un error semejante.

Esto que puede parecer y de hecho es evidente, aparentemente no es de aplicación en política. ¿Por qué? Sencillamente porque la solución a los problemas de sus compatriotas pasa ineludiblemente por un grave problema para los partidos políticos, que son la materialización de esa decisión errónea que conviene evitar. Más vale tener cinco millones de parados y que nosotros, yo fundamentalmente, sigamos o siga viviendo a mis anchas, que recuperar el pleno empleo, como antes del 20 de noviembre de 1975 ¿recuerdan?, y yo en el mejor de los casos me vea en la calle, y en el más probable en prisión. Es evidente.

Estando claro lo absurdo que resulta buscar soluciones entre las causas de los problemas, sólo un apunte más sobre esos “asuntillos” de los que probablemente no se debatirá esta noche en la televisión, aunque vaya usted a saber, del estilo aborto, eutanasia, adoctrinamiento en las escuelas, uniones contra natura, divorcio…

El único debate aceptable al respecto es precisamente que sobre esos “asuntillos menores”, ya saben, la vida y la muerte, cuestiones al parecer sin importancia hoy en día, no hay nada que debatir. ¿O debatiría usted sobre si los elefantes vuelan? No verdad, pues eso.

No se puede matar a un ser humano inocente, ni como derecho ni despenalizado por circunstancias atenuantes, ya sea un bebé en el vientre de su madre o un ancianito que chochea y necesita cuidados veinticuatro horas al día. Y no hay discusión posible, ni matices, ni gaitas. Ningún hombre pierde su dignidad por sufrir ¿o todo el que sufre es indigno? Así que matar al que sufre no puede ser considerado “muerte digna”. Los que sufren acostumbran a tener mucha más dignidad que el resto.

Nadie tiene derecho a decirles a mis hijos que su padre está anclado al pasado y que todo eso de Cristo, el Catolicismo, San Agustín, Santo Tomás, la Santa Madre Iglesia y la Sacrosanta Tradición son supersticiones absurdas y que la única verdad es que el universo se creó a sí mismo, el hombre es un mono sin pelo y el sexo es una distracción que uno practica cuando quiere, como quiere y con quien le da la gana. Nadie tiene derecho a obligar a mis hijos a estudiar y examinarse de eso, de nuevo sin matices ni gaitas. Lo mismo me da educación para la ciudadanía que formación en valores constitucionales.

La sociedad civilizada se fundamenta en la familia, y la familia se compone de una mujer y un hombre que se aman de verdad, unidos en matrimonio indisoluble, que engendra, cuida, protege, educa y sobre todo ama a sus hijos, sin someterlos a la infame tortura de ver cómo sus padres se separan y fornican con terceras personas, repartiéndose el “usufructo” temporal de los hijos tal como harían y hacen con el piso, el coche o el apartamento en la playa. Que eso es el divorcio, tan moderno y progresista, lo contrario al amor y la condena a muerte de la sociedad.

El sexo es el modo de reproducción de los seres humanos, semejante al de los animales mamíferos, es cierto, pero radicalmente diferente al tratarse del hombre, como es evidente o al menos solía serlo. Por eso es sencillamente una barbaridad que los adolescentes mantengan relaciones sexuales como si tal cosa. Las estadísticas oficiales y oficiosas hablan de los 15 como edad “normal” de inicio, ¡como suena, sin paliativos! El sexo es algo maravilloso que podríamos calificar casi de milagroso, y lo es precisamente cuando es humano, es decir expresión del amor fecundo entre los esposos que culmina en la concepción de los hijos, el fruto más precioso de ese amor.

Alentar la deshumanización de las relaciones sexuales humanas, repartiendo preservativos, anticonceptivos o pastillas abortivas a la juventud, es sencillamente una aberración de consecuencias catastróficas. Como suena.

Y el “sexo”, por llamarlo de algún modo, entre seres humanos del mismo sexo, ya que el género es una categoría gramatical o de clasificación de las especies en biología, es en primer lugar, sencilla y llanamente, una guarrada. Y una “boda” entre dos hombres o entre dos mujeres es una mamarrachada absurda y patética, se le llame matrimonio homosexual o pareja de hecho o lo que se les ocurra. Y si finalmente se les permite criar niños, se convierte en una aberración despreciable. Al pan pan y al vino vino.

Si los dos candidatos hablan de algo de esto esta noche, abran ustedes bien las orejas y ya me contarán. Sobre todo el que está encantado de ser de derechas, que el otro ya sabemos lo que dirá, y si nos sorprende será para peor, como esa ocurrencia de acabar con los “privilegios” de la Iglesia Católica, la única institución que nunca da la espalda a los pobres, caiga quien caiga.

¿Qué todo esto son bobadas y obsesiones mías, y que lo que importa es la economía? Que quieren que les diga, igual resulta que el egoísmo, que no nos engañemos, es lo que subyace detrás de todo estas cosas, el egoísmo digo, y la falta de valores morales sólidos, claros y firmemente arraigados, tienen como consecuencia también la catástrofe económica en la que estamos inmersos ustedes y yo.