Sé que es un poco pronto. ¡Pero las estanterías de los comercios están llenas de productos navideños desde hace semanas!
Por eso no quiero retrasarme en la puesta en práctica de una idea que lleva algún tiempo rondándome la cabeza. Se trata de una pequeña cruzada personal que me siento con ganas de emprender.
En primer lugar creo necesario expresar mi convicción de que la resistencia contra el pensamiento único liberal masónico debemos emprenderla desde la Cristiandad, unidos, sin cerrar fronteras entre los diferentes pueblos cristianos.
Por eso no acepto o rechazo costumbres en función la nacionalidad, si no considerando la esencia que encierran.
Se trata de impedir la apropiación por parte de los enemigos de Cristo, que lo son por tanto de la humanidad, de aquellos elementos pura y esencialmente cristianos, en base a tergiversados orígenes paganos o a interpretaciones históricas interesadas, para despojarlas de su verdadera esencia y profundo significado.
Muchas costumbres centroeuropeas, fundamentalmente franco-germánicas, pueden sernos de gran ayuda a los católicos de España, como trataré de ir exponiendo.
Dejo la catequesis a quien corresponde, por ejemplo el padre D. Javier Sánchez Martínez, http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com/, y me dispongo humildemente a detallar algunas costumbres piadosas cristianas de estos tiempos litúrgicos del Adviento y la Navidad.
Puesto que el domingo de la semana que viene ya es el primero de Adviento, empezaré por lo correspondiente a estas fechas.
Una costumbre que me es especialmente querida es la fabricación y colocación en el hogar de la Corona de Adviento, Adventskranz.
Se trata de un círculo hecho fundamentalmente de ramas de abeto, árbol de hoja perenne que simboliza por tanto la eternidad, con más o menos profusión de adornos según los gustos estéticos particulares, en la que se incrustan cuatro velas, normalmente moradas o rojas según los colores litúrgicos de estos dos tiempos, Adviento y Navidad, que deben encenderse a razón de una por cada domingo de Adviento cumplido.
Su presencia presidiendo el salón familiar nos recuerda permanentemente la feliz espera de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
En ocasiones, el Día de Navidad, se añade una quinta vela central, blanca, que simboliza a Jesucristo.
El Adviento, por su marcado carácter de espera, es un tiempo muy adecuado para la catequesis infantil, y por ello existen costumbres especialmente dirigidas a los más pequeños. La más popular son los calendarios de Adviento.
Fabricados con el diseño que se prefiera, se trata de conseguir un calendario en el que, oculta tras cada día de los restantes hasta la Navidad, los niños puedan calmar su ansiedad con una pequeña golosina, que obtienen al descubrir la fecha diariamente.
Por supuesto, como todo lo relacionado con la Navidad, estas dos costumbres se han “comercializado” y ahora en los comercios pueden verse horripilantes supuestos calendarios de adviento, con imágenes estrafalarias de personajes televisivos, y coronas de adviento repletas de renos y gordinflones vestidos de rojo. ¡Qué no nos engañen!
En próximos comentarios hablaré de San Nicolás, el de verdad, celebración muy recomendable en España al coincidir con la conmemoración oficial de la Constitución Española de 1978. ¡Así tendremos algo que celebrar ese día!
Belenes, árboles, dulces, regalos, canciones… hay mucho que aclarar.
Por supuesto cualquier aportación es bien recibida.
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