mardi 26 février 2013

Poesía española

Fluir de España

Voy bebiendo en la luz, y desde dentro
de mi caliente amor, la tierra sola
que se entrega a mis pies como una ola
de cárdena hermosura. En mi alma entro;

hundo mis ojos hasta el vivo centro
de piedad que sin límites se inmola
lo mismo que una madre. Y tornasola
la sombra del planeta nuestro encuentro.

Tras el límpido mar la estepa crece,
y el pardo risco, y la corriente quieta
al fondo del barranco repentino

que para el corazón y lo ensombrece,
como gota del tiempo ya completa
que hacia Dios se desprende en su camino.





Las manos ciegas

Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido, se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre,
y le enflora y verdea.
Todo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin Tu amor, sin Ti vacío,
en la noche Te busca,
le siento que Te busca, como un ciego,
que extiende al caminar las manos llenas
de anchura y de alegría.



Leopoldo Panero Torbado
Poeta español nacido en Astorga, León, en 1909.
Estudió en la Universidad en Valladolid donde brilló por su talento, experimentando con el verso libre, el dadaísmo, y el surrealismo.
En 1930, viajó a Tours, Poitiers y Cambridge para estudiar literatura francesa e inglesa.
De su obra poética se destacan: «La estancia vacía» 1944, «Versos al Guadarrama» 1945, «Escrito a cada instante» en 1949 y «Canto personal» 1953. En 1960 publicó «Cándida» considerada como su obra maestra.
Entre los galardones recibidos se destacan el premio Fastenrath de la Real Academia Española y El Premio Nacional de Literatura en 1949.
Murió en León en 1962.

Casa de Leopoldo Panero, Astorga.

 


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