lundi 4 mars 2013

El Cardenal Cascajares (II) Los Cascajares en el siglo XIX español (primera parte)

Carlos V de Borbón
La familia del Cardenal Antonio Mª Cascajares y Azara había sufrido muy negativamente el convulso siglo XIX español.

El abuelo Justo José y toda su familia se habían distinguido en Calanda por su lucha contra los franceses, viendo por ello muy gravemente dañados sus bienes. Cuando parecían recuperarse vienen las guerras carlistas que, especialmente enquistadas en el bajo Aragón, les acarrearían la ruina.

Antonio Mª, como sus hermanos mayores, tuvo ocasión de conocer directamente a Ramón Cabrera con motivo de la ocupación carlista de la casa paterna y sus campañas por la zona, lo que sin duda contribuyó a crear en ellos una extraña relación de comprensión-repulsión. Cabrera, a la muerte de Fernando VII, había sido desterrado por los antecedentes políticos de su familia, pero en lugar de cumplir la orden marchó a la cercana Morella presentándose al Barón de Hervés, que había abierto un banderín de enganche carlista.

No fue ésta la reacción del padre del cardenal, Agustín Cascajares, Barón de Bárcabo. Éste es herido al enfrentarse a Cabrera en su ocupación de Calanda, cuando Antonio Mª apenas tiene tres años, sufriendo la desarticulación de su hacienda y su familia. "El Tigre" resiste en el Maestrazgo y, después de perder Morella —donde incluso había creado una Academia de Cadetes— y Talés, se refugia en 1840 en Francia.

En 1847 vuelve la guerra y la inestabilidad al ser nombrado Cabrera Capitán General de las Fuerzas Carlistas en Aragón, Cataluña y el Maestrazgo Ievantándose partidas por toda la región, hasta la llamada “Paz de Falset”, en 1849, y el exilio definitivo en Londres, del, no obstante, nombrado marqués del Ter.


De los trece hijos que tuvo el Barón de Bárcabo, Félix y José, mantendrían una cierta conexión con los carlistas de Cabrera, de su época calandina, de utilidad para las labores de mediación, especialmente en el caso del primero, dada la muerte prematura del segundo antes de 1860.


El haber padecido los desastres de la guerra tan de cerca y por tanto conocer los sentimientos de las partes, les llevó a buscar salidas de consenso como las que se encomendaron a Félix, llamado “el letrado”. Auditor de Marina y Doctor en Filosofía y Letras, fue diputado a Cortes por el distrito turolense, contiguo a Calanda, de Valderrobres en tiempos de la Unión Liberal. Cuando las soluciones dinásticas estaban abiertas, Félix Cascajares Azara había sido enviado a conferenciar en nombre de los políticos aragoneses con exiliados, como Prim, Sagasta, Cabrera y el mismo Rey Don Carlos en busca de alguna solución negociada. 


Así acude comisionado por los políticos de Aragón para visitar a Sagasta en la isla de San Denis. Trata también muy de cerca con el exiliado Cabrera y con el propio Rey Don Carlos, llegando a tratarse una propuesta de apoyo carlista para provocar la renuncia de Isabel y someter luego el pleito a decisión de las Cortes. Antes de la muerte de Prim (ocurrida el 30-12-1870) habían conferenciado asimismo, durante el exilio de éste en la quinta de Wentworth, junto a Sagasta. Catedrático de la Universidad de La Habana, moriría en Francia, quedando de sus escritos obras como Oratoria Parlamentaria e Intereses Provinciales...

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