samedi 23 octobre 2010

Altar y Trono en Hispania (IV) – Rex Dei Gratia (I)

En los inicios de las descomposición del califato de Córdoba, que se produjo entre 1002 y 1031, un monarca cristiano decidió recoger la dirección de los problemas peninsulares: Sancho el Mayor, rey de Pamplona (1004-1035).

Sancho el Mayor recogió la teoría cristiana existente en Francia, y la adaptó a Hispania. Los reyes francos comenzaron en el siglo VIII a denominarse “rex Dei gratia Francorum”, indicando que Dios los había elegido para gobernar sobre el pueblo de los francos. Esta teoría sobre el origen divino del poder se basa en dos textos bíblicos principalmente: “es por mí por lo que los reyes reinan y por lo que los legisladores ordenan lo que es justo; por mí por lo que los príncipes mandan y por lo que los poderosos hacen justicia” (Libro de los Proverbios, VIII, 15-16); y en las palabras de San Pablo dirigidas a los romanos: “toda alma sea sumisa a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen han sido instituidas por Él. Así, cualquiera que resiste a una autoridad, resiste al orden establecido por Dios” (Epístola a los Romanos, XIII, 1-2). Esta teoría, defendida por la Santa Sede, da un carácter nuevo a la realeza: el rey ya no lo será por elección, por herencia, por sucesión, lo será a partir de ahora “por la gracia de Dios”. Introducida en la península por Sancho el Mayor, continuará con altibajos hasta el siglo XX, aun cuando su contenido y aceptación esté en íntima proporción con la religiosidad del pueblo.

Naturalmente, la introducción de esta teoría no supuso su plena explanación, y hará falta que se llegue al siglo XIII para que Santo Tomás de Aquino la concrete en su Summa Theológica y en su De regimine principum.

Y debe tenerse en cuenta que el título de “rey por la gracia de Dios” en España ha sido concedido por la Santa Sede. Así, Sancho el Mayor lo utilizó desde el año 1020, aproximadamente. Sus sucesores los reyes de Pamplona lo siguieron usando, hasta que este reino se repartió entre Castilla y Aragón (1076), al morir Sancho de Peñalén. Después, al separarse Pamplona de Aragón (1134), los reyes utilizaron tal fórmula, pero la Santa Sede sólo los designó “dux Navarrorum”, hasta fines del siglo XII.

En León-Castilla los documentos originales más antiguos que presentan tal fórmula no rebasan el año 1042, siendo el primer rey que usó la fórmula aludida Fernando I, hijo de Sancho el Mayor. Y en Aragón la fórmula “rex Dei gratia” se introdujo tardíamente, posiblemente el año 1076. Finalmente, en Portugal es difícil precisar la fecha exacta, aunque hay que colocarla casi a finales del reinado de Alfonso I Enríquez (1114-1185), pues los documentos más antiguos que la copian parecen sospechosos.

Continuará…

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