Hoy no estoy de humor para hablar de nada serio. Sinceramente me apetece algo intrascendente, divertido y, por supuesto, un poco provocador, faltaría más. ¿Solución? Pues claro, fútbol. El opio del pueblo, panem et circenses, bla, bla, bla.
Es para lo único que tenemos en casa una tele de 40 pulgadas de alta definición de las buenas, para ver los partidos sin perder detalle. Como me niego a pagar, sólo podemos ver los que ponen gratis, que ya está bien, no conviene exagerar.
Para disfrutar del fútbol, no nos engañemos, es necesario elegir un equipo al que apoyar, si no, no tiene gracia. Como somos una familia unida, hemos preferido escoger todos el mismo, aunque hay quien opina que tener seguidores de dos o más equipos en la misma casa le da más emoción.
Nuestra filosofía al respecto consiste en compartir esta afición, mantenerla en un grado de moderación adecuado y hacerla lo más placentera posible.
Para ello, como digo, tenemos un único equipo preferido, sólo vemos los partidos de emisión gratuita de ese equipo, y lo más importante, mi mujer nos prepara unas cenas deliciosas, que se puedan disfrutar en mesa baja delante de los sofás, de modo que aunque pierda nuestro equipo, nos vamos a la cama bastante satisfechos. Cada cual elige su bebida, se pone la indumentaria adecuada, y dentro de los límites de la buena educación, en este caso algo relajada, se permite cualquier comentario o expresión de júbilo o desesperación.
¿Qué equipo es el nuestro? El Real Madrid. Ya que se puede elegir…
Luego, como es natural, por múltiples motivos, de los otros equipos nacionales y extranjeros, unos nos caen mejor y otros peor.
Como digo los motivos son múltiples. El primero es obligado, preferimos que cualquier equipo del mundo, sin excepción, le gane al FC Barcelona, ¡qué le vamos a hacer! Eso como digo no tiene vuelta de hoja, es así y hay que aceptarlo. Si eres del Real Madrid no hay otra opción. Al Atlético de Madrid, por ejemplo, mientras no se enfrente al Real Madrid, le deseamos lo mejor.
A mí, por ejemplo, me cae mejor el Bilbao que la Real Sociedad, mi esposa le tiene cariño al Zaragoza, el Mallorca siempre tendrá un sitio en mi corazoncito futbolero, en la cuestión Sevilla-Betis no entramos, somos neutrales, ja, ja, ja…
Luego está lo de la segunda división. Ahí de nuevo unanimidad familiar, somos del Numancia, faltaría más.
Bueno y ahora a provocar, que era de lo que se trataba.
La Copa del Rey de este año, fantástica, inconmensurable, magnífica… el golazo de Cristiano a pase de Di María, que recibe de Marcelo, para la historia. Que para ganar hay que marcar goles y pasarse la pelota de uno a otro no puntúa.
Lo de la Copa de Europa un robo a mano armada. En la ida en Madrid, como no había manera de que Messi marcase mientras Pepe siguiera en el campo, se le expulsa sin ningún motivo y arreglado ¡muy bonito! Y luego, en Barcelona, como no se puede permitir que el Madrid remonte, Piqué le hace falta a Cristiano al borde del área, este se cae lo mejor que puede el pobre, ley de la ventaja, y cuando Higuaín marca un golazo, se anula porque Mascherano se ha tirado a la piscina, o le ha dado una lipotimia, o vaya usted a saber. Y ni siquiera pitan falta, ni fuera de juego, ni nada ¡saque de puerta!
Espero, aunque no confío mucho, que en Wembley les den para el pelo.
La Liga al parecer la ganarán esta noche, si el Levante no lo impide, que cosas más raras se han visto. Al menos el pichichi se lo llevará Cristiano.
Bueno, para ir terminando, me ha escrito un amigo alemán para felicitarme por lo de Sahin. De Altintop aún no tengo datos, pero el motor alemán de origen turco, Özil, Kehdira, Sahin, Altintop, promete. Ya veremos.
¿A que es mucho más entretenido que los debates electorales locales y autonómicos? Y eso que no he hablado de lo de los cromos, ja, ja, ja.
PS: Espero no perder ningún lector o simpatizante por esta entrada. Que quede claro que no me tomo en serio el fútbol. Me divierte con moderación y punto.
2 commentaires:
Bueno, venga, felicidades a los del Barça, que ya os vale. El año que viene os vais a enterar.
El Madrid y el Barcelona (y más todavía sus séquitos) son los que me quitan a mí del fútbol.
En mi casa es más divertido. Mi mayor y yo somos del Real Betis Balompié. Y la señora y la mediana, pobres, no entienden de fútbol y prefieren tonos blancos con ribetes rojos.
Si hay derbi suele haber ruptura de relaciones por unas horas. Al enemigo ni agua.
El enano está en proceso de betificación.
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