Parece que alguno ya se ha dado cuenta que con la sandez de manifiesto inicial no iban a ninguna parte. Y a lo mejor también se ha leído algo más que la portada del panfleto de Hessel y ha comprobado que es un compendio de estupideces.
En consecuencia algunos indignados plantean propuestas concretas.
- Reforma de la ley electoral, fundamentalmente para hacer veraz el axioma “un hombre, un voto”. Correcto.
- Independencia real del Poder Judicial y el Ejecutivo/Legislativo. Buena cuestión, pero bastante complicada, y no excesivamente urgente. Ya sé, lo de Bildu, lo de Sortu, lo del “Faisán”… pero insisto, con modificar la ley electoral en profundidad ya hay tajo para rato, con todo lo que conlleva y los “melones” que pueden resultar abiertos en el proceso.
- Reforma del Senado. Una tontería más vista que el TBO. Si hay que reformar algo es el “estado autonómico”. Lo del senado cae luego por su propio peso.
- Supresión de la financiación pública de los partidos políticos. Con ésta, sobran todas las demás. Sería el fin del sistema entero. Está incluida, como quien no quiere la cosa, entre otras muchas cuestiones de índole menor o de cajón, pero es el quid de la cuestión. Como dije ayer, la institución básica de la democracia son los partidos. Si no tienen financiación pública, sencillamente desaparecen. Fin.
Los medios afines de la DDTLV (Derecha De Toda la Vida) que dice Orisson, intentan desenfocar los planteamientos de la protesta con el argumento “el sistema no es el problema, el sistema es bueno, lo malo es el gobierno socialista”. Falso. Sólo demuestran el miedo a perder sus posiciones hegemónicas en este remedo de la alternancia Cánovas-Sagasta, justo ahora que les tocaba a ellos la poltrona, además por retrasado, ya que lo de la última vez "fue trampa". Y si hace falta volvemos a lo de siempre, ¡Qué vienen los rojos! como nos recuerda Museros.
Pero dónde no se mojan ni debajo de la lluvia los del camping de la Puerta del Sol y otras plazas, o si se mojan desbarran, es en las elecciones que vienen y las siguientes.
No promueven ni la abstención, ni el voto nulo (se les ve el plumero, lo siento) “Votar partidos minoritarios que apoyen estas reformas” o sencillamente “que cada cual haga lo que considere oportuno”.
Votar partidos minoritarios, o lo que sea, con la actual ley, amigos míos, sólo beneficia a ese PPSOE que, por motivos distintos puede ser, ni os gusta a vosotros ni me gusta a mí, ni le gusta a nadie menos a ellos. Es evidente, a más votos, más difícil es alcanzar el 5% de los votos, más posibilidades de aplicar la ley D'Hondt, y a sumar votos los más votados.
Pero todo esto, como he dicho, es cosa de algunos indignados. Oficialmente “la asamblea de Sol” se desvincula de los comunicados que no sean aprobados y publicados en su web. ¿Democracia real? Ya.
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